wunderkakaschön

El tiempo aquí pasa sin preguntar. Un día se da uno el placer de acudir a un desfile Freak show, de mascadería y drogodependencia, un baño de Politoxicomanía en las orillas del Spree. Luego uno se da el placer de escuchar trash hasta las 5 de la madrugada en un bar de puretas, ese al que siempre íbamos y que, gracias a dios, parece intocable. Otro uno se va al cine, y ve un asco de película pero en un sito muy charmante en el que te regalan cigarrillos, cervezas y ositos de goma en una especie de estraña sesión ilegal. Esto es así, Berlín es así.