Thursday, January 1, 2009

si no hay tortilla, dame un beso


Eso pensaba yo cuando me levante sorprendemente sin resaca, ni con la lengua hecha piel de tiburón. Cogí una paella rompí un huevo frito, le di la vuelta y lo dejé girar en el aire hasta el final de escribir este texto. Mientras tanto cayó en mis manos una revista con una entrevista de Lou Reed. Ni me sorprendió ni me decepcionó, pero pensé que me gustaria que me leiera en voz alta. Creo que la última persona que hizo eso fue la niña sol y en gallego. Digo leer un cuento de verdad, una história...no citar frases, sinó leerle a alguien impostando la voz.
Me voy ahora al teatro a que me cuenten el cuento del niño que no tenia miedo de nada, ya hablaremos de la moraleja.